Los efectos de la pandemia y de una post-pandemia incierta han sido y son el tema obligado de estos tiempos. La institución educativa no solo no queda fuera de esa tendencia sino que es el territorio donde se visibilizan las problemáticas de los distintos ámbitos y, en estas circunstancias, estuvo en el ojo de la tormenta.
El hecho de que la escuela haya salido de las aulas, de los espacios habituales y se haya “metido” en las casas, en medio de su cotidianeidad, hizo posible a las familias vivenciar la complejidad de la tarea escolar. También quedaron de manifiesto las diferencias en las posibilidades de acceso a las herramientas virtuales puestas en juego.
Del mismo modo, el paulatino retorno a la presencialidad (con todas sus dificultades) permitió revalorizar ese “encuentro” que solo se da en el ámbito escolar.
Tanto una situación como la otra evidencian la necesidad de que las instituciones educativas sean cada vez más profesionalizadas, actualizadas y, también, valoradas y respetadas.
Lo transcurrido consolida la visión que, desde el inicio, hace 32 años, guía la práctica cotidiana del Glaux. Una vez más esta edición de nuestro Anuario representa una muestra de la reflexión, la creatividad, el ingenio, el trabajo compartido y los desafíos asumidos por nuestros alumnos, docentes, directivos y personal todo que ninguna pandemia es capaz de opacar.