A partir de la lectura de una variedad de historias, los chicos y chicas de 2º grado iniciaron un recorrido lector a lo largo de todo el año que los llevó a convertirse en “un grado monstruoso”.

En nuestra imaginación, y sobre todo cuando está oscuro, acechan seres temibles y fascinantes que despiertan nuestra curiosidad. Cuando hablamos de monstruos solemos relacionarlos con seres malvados, de los cuales es necesario huir. Sin embargo, su forma, su color o su carácter dependen de cómo los creemos: los hay bajitos y peludos, o altísimos y pelados; pero todos, absolutamente todos, se pueden convertir en nuestros mejores amigos.
Durante la primera parte del año, compartimos la lectura de varias historias relacionadas con monstruos. Las mismas nos permitieron entender, entre otras cosas, qué es lo que hace un monstruo que vive debajo de una cama, o que cuando tenemos miedo podemos llamar a otro monstruo para que espante al anterior. De cada uno de estos textos sacamos distintas conclusiones y los tomamos como punto de partida para producciones escritas propias.
Luego de leer varios cuentos, decidimos tomar como eje un libro de la autora Ana María Machado para que los chicos y las chicas pasaran un tiempo “domando monstruos”. Así, nos propusimos crear los más espeluznantes, temibles y simpáticos monstruos que alguna vez hayan sido imaginados. Como resultado, obtuvimos un hermoso audiolibro que, en cada hoja, presenta al monstruo creado por alguien del grado y su voz que lo describe.


Para mitad del cuatrimestre el proyecto seguía floreciendo con distintas propuestas, pero era necesario culminar con un momento especial. Nos preguntamos: ¿a quiénes podríamos invitar para compartir el cierre del proyecto? ¿Qué libro podríamos ofrecerles que resulte atractivo e interesante? Al analizar la situación, un cuento llegó a nuestro recuerdo, un cuento que podría ofrecernos mucho: El monstruo de colores. Este popular cuento infantil, a través de una narrativa sencilla y colorida, es una herramienta valiosa para ayudar a los niños a entender y manejar sus emociones. Y, como si esto fuese poco, no solamente teníamos acceso al clásico cuento, sino que podíamos dar un paso más: teníamos en nuestro poder su versión en kamishibai, una forma tradicional de narración de cuentos en Japón que combina ilustraciones y narración oral. La palabra "kamishibai" se traduce literalmente como "teatro de papel". Es decir que ¡nuestra lectura se iba a transformar en una función de teatro!
Con todo esto en mente nos reunimos para pensar quiénes podrían disfrutar de este espectáculo, y la idea surgió casi de forma unánime e inmediata: la sala de 5, los más grandes de nuestro nivel inicial. Empezamos entonces la organización de este cierre, ensayando con mucho esfuerzo y responsabilidad, con el único objetivo de brindar a otro grupo un lindo momento compartido. El resultado fue un cúmulo de sonrisas, títeres de dedo y hermosos recuerdos que nos durarán para siempre.



Y así llegamos al final de esta gran aventura… Nuestro viaje a través del mundo de los cuentos con monstruos ha sido increíblemente enriquecedor y emocionante. Al explorar estos relatos llenos de criaturas fantásticas hemos aprendido mucho más que solo las historias de nuestros monstruos favoritos. El proyecto de lectura demostró ser una herramienta poderosa para el aprendizaje y la diversión. Nos permitió explorar un mundo lleno de imaginación y emociones, promoviendo tanto el desarrollo académico como personal.
Esperamos que esta experiencia haya encendido una pasión duradera por la lectura y la creatividad en cada uno de nuestros jóvenes lectores…