Durante mucho tiempo, nos acompañó en el Glaux una colega, amiga, hermana, docente. Llena de disposición, paciencia y amor por la escuela, centro de muchos momentos de alegría. Hablamos de Liliana Sassone, quien en sus inicios trabajó como docente de biología y luego como ayudante en el Laboratorio en la Sección Secundaria y que, tras su jubilación, colaboró en una multiplicidad de tareas, tanto académicas como administrativas.
“Lili” —como muchos le decíamos— era siempre la primera en ofrecerse para acompañar a las y los estudiantes en las salidas educativas, se involucraba en todos los proyectos y le encantaba organizar actividades de vinculación con Inicial y Primaria (por ejemplo, desarrollar en esos Niveles experimentos científicos con las y los chicos de 5º Año como guías, para mostrarles a los más chiquitos que la ciencia puede estar muy cerca de la vida cotidiana).
Fue emblema de calidad, buen sentido del humor, amabilidad, servicio y muchas otras virtudes. Nos enseñó mucho. Docentes y estudiantes podríamos contar muchas anécdotas sobre ella. Elegimos una: en una edición de nuestra Semana Loca, Lili y el profesor de Química querían mostrar los inicios de esta disciplina, cuando todavía se la denominaba “alquimia”, y decidieron recrear una escena de brujos enamorados que, con sus pociones y experimentos, profundizaban y exaltaban la “magia” de la ciencia; Lili, como siempre, con su gran responsabilidad y compromiso, transformó el evento en algo muy significativo y desplegó una obra de teatro con ciencia dentro del escenario. Anécdotas, como ya dijimos, hay muchas más: sus historias de vida en la sala de profesores, los mates, su gran amigo el Libro Matriz.
Todas estas palabras son para recordarla porque fue un pilar para las y los que hacemos el Glaux. Como dijo el músico Jim Morrison, “un amigo es aquel que te da la libertad de ser vos mismo”.
Gracias Lili, para siempre viva en nuestros corazones.