El Estado: ese concepto que está tan presente en la agenda pública actual y que inicia los programas de Formación Ética y Ciudadana de los actuales diseños curriculares. Los contenidos que atraviesan a esta temática permiten que las y los estudiantes tengan herramientas para abordar esa agenda desde preguntas básicas: ¿Qué es el Estado? ¿Cuál es la diferencia entre Estado y gobierno? ¿En qué vemos al Estado en nuestras vidas diarias? ¿Qué reivindicaciones o críticas podemos establecer con respecto a su accionar? Con estos interrogantes en mente abordamos con el grupo de 2° Año una consigna titulada “El Estado en el arte y los medios”.

En primera instancia, analizamos en clase casos contrapuestos, representantes de dos visiones extremas en torno al rol del Estado. Por un lado, películas como La purga, Joker, o la saga de El Padrino, en donde la ausencia parcial o total del Estado lleva argumentalmente a la delincuencia y al caos que llenan ese espacio vacante. En el otro extremo, obras como El pianista o Los juegos del hambre, en donde se retratan Estados dictatoriales omnipotentes que coartan totalmente las libertades civiles de vastos sectores de la población.
Partiendo de este ejercicio de análisis guiado, se propuso una consigna en donde se invitó a los estudiantes a elegir una obra artística de cualquier formato (película, banda de música e incluso videojuegos) en la que el Estado, por acción u omisión, se viera retratado, ya sea de forma negativa, positiva o compleja. Para esto, debían identificar no sólo cómo aparecía esta cuestión, sino también qué elementos del contexto de producción pudieron influir en la visión presentada.
La consigna implicaba, además de una descripción general, la ejemplificación con fragmentos, escenas, iconografías y demás que permitiesen reflejar lo argumentado de forma clara. Siendo el formato pedido el de una presentación frente al resto del curso, la mayoría optó por usar Canva, herramienta hoy en día protagonista para este tipo de trabajos.






Si bien se podrían destacar muchas de las entregas, me gustaría destacar un grupo de ellas en particular. Por un lado, Malvina Cobián, Gaspar Ferfolja y Rocío Mastrángelo Cavadas analizaron, respectivamente, las discografías de Sex Pistols, Pearl Jam y Wos. Lo interesante de esta selección, además de la calidad con la que las presentaciones fueron desarrolladas, son los puntos de contacto entre artistas que formaron parte de distintos contextos históricos y geográficos. En todos ellos, como bien analizaron, primó un tono contestatario que ponía en tela de juicio el papel cumplido por el Estado. Lo que notaron es que estas críticas giraban en torno a la tergiversación de un Estado que, en lugar de cubrir las urgencias reales de la población, parecía limitarse a los mecanismos de represión social. En el caso de Sex Pistols (trabajado por Malvina), yendo más lejos y en virtud del anarquismo que pregonaban, la afrenta lírica iba dirigida directamente a la existencia misma del Estado. En los otros dos artistas, por el contrario, se reivindica el rol del Estado en lo que se considera su forma éticamente pura, mientras que se condena su degeneración presente.
Por otra parte, las alumnas Roxana Bosch D’Eramo, Sofía Posado y Julia García analizaron el rol del Estado en la película Pixeles, para lo cual crearon una impresionante presentación en Canva que imitaba la estética de los videojuegos retro de la década de los ochenta. En este caso, sostuvieron las alumnas, el Estado se presenta primero impotente para repeler la invasión alienígena que inicia la trama, pero luego se reivindica a través de su colaboración con un grupo de amigos del presidente, presentando la película una suerte de defensa en torno a la colaboración entre los sectores público y privado.
En conclusión y retomando los interrogantes iniciales, con la presente consigna las y los estudiantes pudieron, por un lado, poner en práctica habilidades elementales como la selección de información, el análisis de fuentes y su presentación visual y oral. Del lado conceptual, asimismo, mostraron capacidad crítica para identificar al Estado en representaciones en donde quizás a simple vista su rol no se encuentra del todo explícito. En este sentido, la reflexión final del trabajo en conjunto giró en torno a cómo el arte puede ser un vehículo a través del cual se expresan distintas visiones sobre un mismo fenómeno y cómo estas visiones pueden no ser siempre simplificadas.