Visitar ecosistemas urbanos siempre es una buena oportunidad para articular los contenidos de cada espacio curricular con una mirada ambiental que les otorga y resignifica su valor. Desde el Glaux, fomentamos e incluimos en nuestras propuestas de enseñanza la perspectiva ambiental, lo que incluye una mirada crítica de la misma, acorde a una conservación y prevención de la biodiversidad, junto con la reflexión y el compromiso ante las problemáticas en pos de promocionar acciones sustentables.
Como parte de esta perspectiva, el Área de Ciencias Naturales y Exactas diseñó una salida didáctica pedagógica para estudiantes de 3º Año con el propósito de fomentar la educación científica escolar en un espacio que cobra sentido y significado en la urbanización de la Ciudad de Buenos Aires.
Nos propusimos colocar a las y los estudiantes en un rol activo en su aprendizaje, promoviendo el trabajo colaborativo junto con las y los docentes. Por otra parte, el lugar elegido cumplía con las características de ser un espacio recuperado a partir de un proyecto de la Ciudad que permitió a las y los chicos reconocer las interacciones biológicas, fisicoquímicas y ambientales en la ciudad que habitan.
Se trató de la Reserva Ecológica Lago Lugano, que visitamos en los primeros días de junio en el marco del proyecto temático interdisciplinario ambiental del Área, en el que el agua constituye el eje articulador para el abordaje de sus propiedades y comportamientos en torno al ambiente y la biodiversidad.
Nuestro objetivo era recolectar muestras de agua, aire y suelo para su posterior análisis, así como también reconocer el ecosistema a partir de registros fotográficos y de la observación de la fauna y flora. Para ello, se elaboró una guía que les permitió organizar las tareas en grupos, recolectar los elementos necesarios, buscar información sobre el lugar y conocer los objetivos del trabajo a realizar. Para comenzar, los cursos se dividieron en grupos de trabajo con un docente como “guía” y, dentro de ellos, se formaron subgrupos de acuerdo al tipo de análisis que tendrían que hacer: biológico, de suelo, de aire, de agua.
Antes de la visita realizaron una breve investigación sobre su locación, flora y fauna nativa y exótica, lo cual les permitiría abordar el reconocimiento del lugar y optimizar la toma de muestras. También debían de tener descargadas las aplicaciones digitales necesarias para trabajar en el lugar, lo que incluye sonómetro, GPS, grabadora de sonido y cámara. Todas las muestras fueron analizadas posteriormente en la escuela, en el espacio curricular de Fisicoquímica, lo que incluyó la determinación de pH en suelos y agua; de acidez y alcalinidad en agua; de fósforo, nitritos y nitratos en suelo y análisis de material particulado de carácter ácido y alcalino en el aire.
Luego analizaron el factor espacial de las mismas, desde el espacio de Matemática, abordando el registro de coordenadas, la distancia y su cálculo mediante el uso del Teorema de Pitágoras, el cálculo de área y perímetro, la aplicación de conceptos de error y aproximación con el uso del GPS de sus celulares, y el uso de estadística para análisis de datos.
Por último, desde el espacio de Biología, se elaboraron tablas con el registro de la flora y fauna del lugar para su posterior trabajo, lo que incluyó las relaciones ecológicas, así como también la relevancia de biocorredores en la ciudad.
Los resultados y conclusiones superaron ampliamente nuestras expectativas, dado que el equipo docente pudo encontrarse con estudiantes que, desde el asombro y la curiosidad, articularon contenidos científicos fuera de las aulas, por lo que reafirmamos una vez más la relevancia didáctica y pedagógica que adquieren las salidas educativas en el campo de la enseñanza.
Autores: Edward Acosta, Belen Barrantes, Beatriz Lastra y Ana Nuñez