En este ciclo lectivo, las y los estudiantes de 7º Grado exploraron el mundo de la programación y la electrónica a través de una propuesta orientada a comprender cómo la tecnología puede ayudarnos a anticipar y minimizar daños frente a distintos eventos naturales. El trabajo se centró en el uso de placas Arduino, sensores y actuadores, combinando pensamiento computacional, diseño y resolución de problemas reales.

A lo largo del proyecto, los grupos investigaron fenómenos como sismos, sequías o variaciones bruscas del ambiente, y analizaron en qué condiciones estos eventos pueden causar riesgos en la vida cotidiana. Luego, diseñaron prototipos que permitieran detectar situaciones de alerta y comunicar la información de manera clara y oportuna.
En el Área de Ciencias Naturales, se profundizó en el análisis de cómo estos fenómenos pueden modificar los ecosistemas, afectar sus poblaciones y alterar las redes alimentarias. Asimismo, se promovió la reflexión acerca de sus posibles repercusiones en la extinción de determinadas especies y sobre la relevancia de preservar espacios protegidos, como las reservas ecológicas.
El proyecto culminó con una visita a una reserva ecológica, instancia que permitió a las y los estudiantes vivenciar la importancia de conservar los entornos naturales y resguardar las especies en situación de riesgo.
Entre las producciones se destacaron dos líneas de trabajo. Por un lado, un robot detector de movimientos telúricos que utiliza sensores para registrar vibraciones en el entorno. Cuando el nivel supera un umbral programado, el dispositivo activa luces y sonidos de advertencia, permitiendo imaginar su uso como herramienta preventiva en escuelas, hogares o espacios públicos. Por otro lado, un grupo desarrolló un sistema de monitoreo de plantas basado en un sensor de humedad del suelo que enciende un indicador luminoso cuando es necesario regar. Este prototipo permitió reflexionar sobre el cuidado del ambiente, la agricultura urbana y la importancia del uso sostenible del agua.