De manera interdisciplinaria, los estudiantes de 5º Año artístico abordaron problemáticas complejas utilizando recursos del arte y de la química para visibilizar y encontrar soluciones a desafíos ambientales.
El vínculo entre el arte y la química no es para nada nuevo. Existe desde el momento en que se dieron los primeros encuentros con las sociedades del pasado, expresados en el descubrimiento de diferentes objetos y manifestaciones culturales, y en los que la química brinda herramientas para su comprensión; pero también existe a través de los múltiples elementos (sustratos, herramientas, tintes y un largo etcétera) que la química provee a los artistas para la elaboración y conservación de sus obras.
Hoy, la química y el arte se entrecruzan, además, para ampliar la mirada y poder abordar temas complejos de maneras no convencionales. Por ejemplo, utilizando tinturas para visibilizar la contaminación de los ríos.
Coincidiendo con los enfoques que potencian lo transdisciplinar en la educación y en la búsqueda de nuevos formatos de enseñanza-aprendizaje en la escuela secundaria, decidimos vincular las materias de Química y Prácticas de Arte Público del curso de 5º Año con Orientación en Artes Visuales, abordando problemáticas que interpelen a los estudiantes no solo como alumnos de la escuela, sino como ciudadanos de este planeta, pues hablamos de las condiciones ambientales y las modificaciones que presentan el agua, el aire, el suelo y la vegetación, que cada día se hacen más evidentes y contribuyen al cambio climático y afectan la salud de nuestra población.
Cada estudiante investigó acerca de alguna problemática ambiental: desde la contaminación de los ríos, los océanos y el aire, hasta la presencia de basurales a cielo abierto y problemas en la gestión de residuos, la deforestación de los bosques, la extracción de recursos, la urbanización descontrolada o la pérdida de humedales que afectan nuestro suelo. Al mismo tiempo, buscaron referentes artísticos que hubieran trabajado la temática, tanto a nivel local como a nivel internacional, indagaron en los componentes químicos involucrados en sus obras, imaginaron posibles soluciones a las problemáticas abordadas y proyectaron una pieza artística.
En cada materia se profundizó en aspectos específicos de la investigación en ciencias y en artes, que fueron articulando a lo largo de todo un cuatrimestre de manera integral, y cuyo resultado fue un trabajo final que implicó un modo de evaluación colegiado: un documento escrito, una presentación visual y una instalación artística apelando a lo multisensorial. De esta manera, la investigación no solo quedó en una indagación teórica sino que se hizo visible, audible, tangible, con la participación de todo el grupo en el montaje de los trabajos en un recorrido que involucró aulas, pasillos y el laboratorio de la escuela.
Autores: Edward Acosta y Gabriela Muollo