A lo largo de este año, en el Nivel Inicial, nos lanzamos a la aventura de construir un Jardín de mariposas.
Con este proyecto, nos propusimos contribuir a la conservación de la biodiversidad; resignificar los espacios de la escuela; y, sobre todo, crear en ella un ambiente atractivo que invite a los niños al aprendizaje, la experimentación, la comunicación y la investigación.
De este modo, transformamos los canteros y el espacio verde de la entrada del Instituto en un espacio propicio para mirar y disfrutar la naturaleza; para aprender a respetarla, a preservarla y a valorarla.
Las mariposas embellecen el paisaje: aportan movimiento, color y sorpresa y permiten el disfrute compartido entre los niños. Para crear este Jardín de mariposas, debimos planificar cómo atraer y alentar a las poblaciones de mariposas a que lo visiten. Tuvimos que seleccionar, por ejemplo, una variedad de plantas productoras de néctar, de las que ellas se alimentan, y otras hospederas, en las que dejan sus huevos.