Cuando los chicos llegan a 7° grado, un gran desafío es lograr que puedan crear vínculos sólidos y respetuosos, trabajar la capacidad de reflexión y conseguir que cada uno tenga la autonomía necesaria y las herramientas adecuadas para resolver conflictos.

En este 2021, nos propusimos trabajar como proyecto transversal “Los vínculos saludables” y elegimos como momento para ello las Jornadas de Educación Sexual Integral (ESI).
Enseñar a establecer vínculos saludables es un arte. Requiere poner atención a los pensamientos y sentimientos del grupo. Es transmitir, a diario, la idea de valores como la confianza, el respeto y la tolerancia. Fomentar momentos de risa, distracción y reflexión.
En una de estas jornadas, leímos parte del libro Historias de un amor exagerado de Graciela Montes. El fragmento del relato contaba la historia de Teresita Yoon: una niña coreana que llega a una escuela como nueva alumna. Cuando Teresita ingresa a la clase por primera vez, la risa de sus compañeros, por su saludo diferente y el amor a primera vista que experimenta Santiago, ponen en juego las diferentes formas de vincularse dentro del aula. Muchas de estas maneras pueden ser saludables y otras no tanto. Al finalizar la lectura del cuento, comenzamos a conversar entre todos a partir de los interrogantes que surgieron: ¿Por qué le ponemos apodos a las personas? ¿Qué sentimos al burlarnos de alguien? ¿Cómo nos sentimos cuando somos la persona de la que otros se ríen?
La charla se extendió y contó con una participación activa y relatos personales muy interesantes. Al comienzo, cada uno de nuestros estudiantes tenía su propio punto de vista, sin poder observar que los demás tenían otros sentimientos. Pero, al poco tiempo, las conversaciones ya tenían un tono de interés, compromiso, comprensión y aceptación.
En los intercambios, se pudieron escuchar algunas frases muy interesantes:

Mientras seguían conversando, comenzaron a realizar diferentes presentaciones para exponer sus reflexiones. Cada una de ellas refleja el trabajo llevado adelante durante la jornada.
El desarrollo de este tipo de actividades hace que los vínculos saludables entre los estudiantes se formen, fortalezcan y renueven con el paso del tiempo. Más en la última etapa de la escuela primaria, en la que son necesario este tipo de espacios para que puedan construir tanto sus identidades como sus vínculos e identificar cuáles son los que perdurarán a lo largo de la vida y cuales deberán sortear o esquivar.