En la Sala de 2, llevamos adelante un proyecto literario al que titulamos “Colorín, Colorete”: una frase que, en el Nivel Inicial, muchas veces utilizamos al finalizar la lectura de un texto literario. ¿Les gustaría acompañarnos en este camino?

Como docentes, creemos que es fundamental acompañar a las chicas y los chicos, ya desde muy pequeños, en el contacto cotidiano con la literatura. Es en ese mundo gozoso y placentero en el que es posible desplegar la narrativa, con personajes bien definidos, mientras la realidad y la fantasía se entremezclan y juegan.
Por eso, a través de este recorrido, alentamos a las niñas y los niños de la Sala a explorar diferentes tipos de textos literarios: cuentos, canciones, poesías, rimas. Las y los impulsamos a disfrutar de la escucha de breves historias con el propósito de empezar a formar lectoras y lectores competentes, sensibles, críticos, capaces de apreciar las producciones artísticas.
Es así que, a lo largo de este proyecto, abordamos diferentes actividades con las que buscamos promover el disfrute por compartir textos en el aula, despertar el interés por diferentes portadores literarios y estimular el lenguaje verbal a través de la escucha de rimas, poesías, canciones y cuentos.
Propusimos a las familias confeccionar una manta literaria para utilizarla en los diferentes momentos de lectura y narración y pusimos en juego una variedad de recursos didácticos para que esos momentos fueran atractivos para todo el grupo: narramos una poesía cantada utilizando un paraguas con imágenes; leímos poesías con broches que sostenían ilustraciones; utilizamos retablos con títeres; confeccionamos susurradores para narrar rimas cortas; y cantamos una canción utilizando el Kamishibai (esta palabra es de origen japonés y significa “teatro de papel”: se trata de una forma muy popular de contar historias, valiéndose de ilustraciones y textos y de la voz de un narrador y forma parte de la tradición cultural del país asiático).


Como cierre, armamos un rincón literario y, en ese espacio, las niñas y los niños tuvieron la oportunidad de seleccionar los diferentes textos que fuimos narrando y de escucharlos nuevamente. A través de este proyecto, lograron disfrutar de la escucha atenta de diferentes tipos historias, aprendieron las pautas para llevar adelante esta práctica (por ejemplo, permanecer sentados y en silencio), conocieron nuevas formas de experimentar con la literatura y jugaron con su imaginación.