Desde las Áreas de Prácticas del Lenguaje y Ciencias Sociales, les propusimos a las y los estudiantes de 7° Grado investigar la Segunda Guerra Mundial. Buscamos analizar, reconocer y reflexionar, en conjunto, sobre las consecuencias que trajeron las Guerras Mundiales en el ámbito internacional. Para ello, trabajamos con el famoso Diario de Ana Frank y con la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Recorrer la producción de Ana Frank en el aula permite traer la pedagogía de la memoria, crear conciencia sobre aquel momento histórico y comprender sus implicancias. Con este proyecto, apuntamos, por un lado, a que a las chicas y los chicos aprendan la historia del Holocausto a través de este personaje y, por otro, a que puedan establecer vínculos con situaciones del presente en las que aparecen la discriminación, los prejuicios y la exclusión.
Desde Prácticas del lenguaje, elegimos el autorretrato literario y profundizamos en este género “antiguo, ignorado y marginalizado”, como dice Philippe Lejeune. Durante la segunda parte del año, leímos el diario de Ana analizando su escritura así como también el contexto histórico y todo lo que le tocó vivir en ese marco. También volvimos sobre otros relatos y testimonios de personas afectadas por el nazismo.
A su vez, hicimos un análisis crítico de los medios de comunicación y de cómo los nazis los utilizaban para propagar sus ideas e instaurar el régimen.


En Ciencias Sociales, trabajamos en la desnaturalización de la idea de que con los Derechos Humanos “se nace” e intentamos pensarlos como una construcción social. Comprendimos las causas que desencadenaron la Segunda Guerra Mundial y también aquellas que llevaron a la creación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Para ello, fue necesario construir entre todos distintos conceptos. Por ejemplo, los de imperialismo, nacionalismo, fascismo y dictadura Nazi.
El uso de imágenes y el trabajo desde la observación llevaron a las y los estudiantes a reflexionar sobre todo aquello que sufrieron los judíos, los negros y los homesexuales durante la dictadura de Hitler. El uso de epígrafes (antes de interiorizarnos en el tema) fue el punto de partida para este trabajo: reflexionar sobre lo que se estaba viendo y comprender que fueron hechos reales, que esas imágenes no fueron inventadas y que lo que contó Ana Frank fue cierto puso en una posición diferente a las y los estudiantes y les permitió ampliar sus miradas para comprender que el mundo en el que vivimos goza de libertades que fueron ganadas y que no deben volver a repetirse semejantes atrocidades.
Para concluir el proyecto, formaron grupos y crearon lapbooks y afiches que compartieron en las paredes de la escuela. También visitamos el Instituto Ana Frank: allí tuvieron la oportunidad de conocer la réplica de la casa de atrás en la que se ocultó Ana junto a su familia, los Van Pels y Fitz Pfeffer.
Consideramos que la experiencia que relatamos fue muy enriquecedora porque las chicas y los chicos pudieron ampliar su visión de la época y analizar también los diversos motivos y factores que empujan la historia.