Este año, junto a los niños y las niñas de la Sala de 3, generamos distintos espacios que les permitieron valorar y apreciar la importancia del cuidado del propio cuerpo para favorecer un crecimiento sano y armónico. Experimentamos y conversamos mucho. ¿Les gustaría saber más?

Este proyecto comenzó con una actividad de expresión corporal en la que utilizaron pañuelos para bailar y realizar diferentes tipos de movimientos. Disfrutaron mucho interactuando y experimentando nuevas destrezas motoras. Al finalizar, conversamos en ronda a partir de una serie de preguntas clave: “¿qué partes del cuerpo movieron?”, “¿cómo latía el corazón después de bailar?”, “¿usaron los brazos mientras bailaban?”. De este modo, fueron reflexionando acerca de los movimientos que habían realizado y nombrando y señalando las diferentes partes del cuerpo.
También intercambiamos sobre los cuidados del propio cuerpo, observando imágenes y describiendo cada una de ellas. Conversamos acerca de cómo nos cuidamos y de qué manera nos higienizamos (la importancia del lavado de manos antes de las comidas o al regresar de la calle) y de cómo alimentarnos más sanamente.


A partir de un centímetro que colocamos en la pared, les propusimos que se midan y que comparen sus alturas. Observaron que, aunque todos tienen la misma edad, no miden lo mismo: ¡todos somos distintos! Luego, llevamos una balanza para poder pesarnos.
Finalmente, registramos la altura y el peso de cada uno y de cada una en un cartelito que luego se llevaron a sus casas y reflexionamos sobre la importancia de poder pesarnos y medirnos para saber si estamos creciendo sanamente.
Como cierre de este recorrido, realizamos un juego simbólico en el que jugaron a ser médicos y médicas y ayudaron a curar y a sanar a muchos pacientes que se encontraban en nuestra Sala.