Con esta propuesta, que llevamos adelante en la Sala de 3, nos propusimos abrir una puerta para que todas y todos los niños puedan conocer la magia de los libros y despertar, así, su interés por el universo de las palabras.

De esta manera, nuestra intención fue acercarlos al mundo de la ficción para que lograran adentrarse en unos personajes típicos de los cuentos como son las brujas y los brujos. Nos propusimos que la hora del cuento no quedara limitada a la narración o a la lectura, para luego preguntarles de qué se trataba la historia. En cambio, a partir de la lectura de diferentes cuentos, buscamos que pudieran analizar los personajes y compararlos con otros cuentos, estableciendo diferencias y similitudes. También formularon sus propias opiniones, animándose a comentar e interpretar, expresando sus propias ideas.
Este proyecto literario comenzó con una actividad de expresión corporal en la que conocimos y bailamos la canción de Mariana Baggio “Brujos hechiceros” y las canciones de María Elena Walsh “La brujita Tapita” y “El Brujito de Gulubú”.
Luego, comenzamos a descubrir algunos cuentos de la colección de Valerie Thomas y Korky Paul sobre la Bruja Winnie y su gato Wilbur. Durante esta etapa de lectura de cuentos, planteamos una serie de dudas e interrogantes vinculados con el personaje, a través de las siguientes preguntas: “¿dónde viven las brujas?”, “¿con quiénes conviven?”, “¿se casan?”, “¿tienen hijos?”, “¿qué elementos utilizan para preparar sus pócimas?”, “¿qué animales las acompañan siempre?”, “¿son humanas?”, “¿existen en la realidad?”. La gran mayoría de las niñas y los niños pensaban que las brujas eran malas, mostrando ciertos miedos, temores y pensamientos fantasmáticos en torno a estos personajes.


Sin embargo, luego de conocer a la Bruja Winnie, logramos desmitificar estos pensamientos y descubrimos que no todas las brujas eran malas, sino que, por el contrario, algunas de ellas eran buenas, simpáticas, ocurrentes, divertidas… y un tanto distraídas, como la Bruja Winnie. Charlamos, además, sobre que solamente existen en el mundo de la ficción.
A partir de dichos cuentos también caracterizaron a las brujas, describiéndolas por su aspecto físico, vestimenta y comportamiento, intentando una definición a través de sus rasgos esenciales.
Luego, decoraron sus propios sombreros de brujas y brujos y sus escobas; confeccionaron varitas mágicas y calderos. Por último, realizaron pócimas explosivas y hechizos brujeriles, por ejemplo: baba de sapo. Frente a estos experimentos, las niñas y los niñas se mostraron fascinados y entusiasmados.
Como cierre de este recorrido, realizamos “El baile de las Brujas y Brujos”: se produjo un maravilloso encuentro en el que se disfrazaron utilizando diversos accesorios (sombreros, escobas, varitas mágicas) que ellas y ellos habían confeccionado previamente. Ambientamos la Sala con música y diversos objetos que las chicas y los chicos utilizaron para dramatizar y explorar.