Dice Acevedo Diaz que “la utilidad de los trabajos prácticos de laboratorio en la enseñanza y aprendizaje de las ciencias no se puede analizar en un plano”. Esto nos lleva a reflexionar acerca de los distintos modos de expresar lo que se aprende en un laboratorio, a reconocer que las diferentes formas de interpretar la ciencia (modelos mentales, modelos explicativos o modelos teóricos) promueven nuevas estrategias de enseñanza, donde un objeto o manualidad artística, en este caso un títere, puede convertirse en un recurso didáctico.

Tomar el protagonismo y acercar el discurso científico a la escuela, sin perder la rigurosidad del mismo, promueve habilidades tales como la creatividad, a la vez que favorece los aprendizajes y genera actitudes positivas en relación a la ciencia.
Es así como las y los estudiantes del 3er Año de la orientación en Artes, en el marco de una temática específica de Fisicoquímica como es el impacto de los gases de efecto invernadero (GEI) que se producen en la escuela o en los hogares, exploraron nuevas estrategias para comunicar y concientizar. Por ejemplo, acerca de cómo los GEI pueden reducirse y cómo buscar alternativas para evitar su impacto negativo.
Para eso, realizaron una muestra de títeres basada en su experiencia previa en el laboratorio. Luego de discutir y analizar lo trabajado en la experiencia, debieron focalizarse en el uso de las leyes de los gases y en cómo las diferentes magnitudes físicas, junto a sus unidades de medida (la temperatura, la densidad, el volumen, el tiempo) son indispensables para comprender la dinámica atmosférica en relación a los GEI.
Para formular el discurso del títere, y que esté acorde a la experiencia en el laboratorio y lo aprendido sobre el tema, se llevó a cabo una metodología por relevos. Este tipo de estrategia permite reunir y establecer empatía con el coequiper, sumado a la actitud de estar atento a las acciones y los aprendizajes que realiza cada una y cada uno de los que conforman el equipo.


El potencial de hacerlo a través de un Trabajo Práctico de Laboratorio (TPL) ayuda a mejorar las capacidades de organización. Por ejemplo, a planificar en el tiempo un conjunto de actividades establecidas (procedimientos, uso de reactivos, implementación de los instrumentos de laboratorio, etc.). También alienta a fortalecer la cohesión del grupo, dado que se toman roles para la resolución, la comunicación interna y la eficiencia del proceso.
Al finalizar los relevos, se realizaron tres jornadas para la puesta en escena del títere: la primera jornada fue para la elaboración del personaje y el escenario; la segunda, para el armado del discurso técnico y científico; la tercera, finalmente, para la puesta en escena a través de un vídeo para sintetizar toda la actividad.